El Museo Cerralbo es una casa histórica referente del gusto y del coleccionismo español en las últimas décadas del siglo XIX, y que fue considerada como una de las colecciones privadas más importantes del país y, sin duda, la más completa de su tiempo. Conserva la esencia de la época en la que nació bajo el auspicio de don Enrique de Aguilera y Gamboa, XVII marqués de Cerralbo, siendo testimonio de la forma de vida de la alta sociedad madrileña. Este palacio-museo reúne importantes colecciones de escultura, dibujos, estampas, artes decorativas, objetos arqueológicos y pintura , entre las que destacan obras de Tintoretto, El Greco, Goya, Zurbarán o Alonso Cano.
Tras cuatro años de reformas, trabajos que han sido han sido galardonados por los Premios Europa Nostra 2008, con una Medalla en la categoría de Conservación del Patrimonio, por la recuperación de los ambientes originales del palacio, vuelve de nuevo a abrir sus puertas el día 14 de Diciembre de 2010.
La colección
Sorprende la diversidad de objetos, pintura europea de los siglos XVI al XIX, esculturas, dibujos, estampas, monedas, medallas, objetos arqueológicos, armas y armaduras, además de una amplia representación de las artes decorativas de toda época y estilo —relojes, lámparas, joyas, cerámicas, muebles, alfombras, tapices— que, junto a los fondos bibliográficos y documentales antiguos, componen un total de más de 50.000 objetos.
Acceso al Palacio
Al Gran Portal del palacio se accede por las enormes puertas que, en vida de los marqueses, permitían la entrada y salida de carruajes. La pequeña escalera de la derecha conduce al Salón de Actos que, en la planta semisótano, ocupa el espacio donde antiguamente se situaba el guadarnés, comunicado con las cocheras y las caballerizas, hoy transformadas en almacenes de fondos de reserva.
El Piso Entresuelo albergaba las habitaciones privadas de los marqueses de Cerralbo y sus hijos, Antonio y Amelia del Valle, marqueses de Villa-Huerta. En ellas transcurría la vida diaria y se recibía a parientes y amigos íntimos. El propio uso doméstico, y las circunstancias históricas y familiares, provocaron sucesivas transformaciones; la más importante se efectuó en la década de 1940 convirtiéndose alcobas y corredores en galerías de pintura, ahora utilizadas como Área de Acogida y Taquilla y Sala de Exposiciones Temporales.
Al lado de la Taquilla se encuentra la Sala de Video, donde se puede ver el documental De Palacio a Museo como un primer acercamiento a la figura del marqués de Cerralbo, a su familia y al Palacio.
El Recibimiento y la Galería del ala de verano conducen al Jardín. El recorrido continúa con una sucesión de estancias comunicadas entre sí: el Salón Rojo, despacho donde el Marqués atendía a administradores y proveedores; el Salón Amarillo, utilizado como comedor en época estival que conserva en sus paredes el papel original, presidido por el retrato del abuelo del fundador del museo, obra de Vicente López o de su hijo Bernardo; la Salita Rosa, gabinete de verano de la marquesa de Villa-Huerta, al que se abre el sobrio Dormitorio del Marqués en su viudedad y, por último, el Pasillo, actualmente con recuerdos carlistas.
La Escalera de Honor y el ala de invierno
Continúa la visita hacia la Escalera de Honor con una balaustrada y peldaños de mármol en los primeros tramos, y una barandilla en hierro forjado procedente del palacio de Las Salesas de la reina Bárbara de Braganza, actual Palacio de Justicia de Madrid. Dos lienzos trapezoidales conmemoran episodios históricos en los que intervinieron los antecesores del fundador de Museo.
El eje decorativo de esta estancia monumental es el escudo de armas del marqués de Cerralbo, con los emblemas de los Pacheco, y de la familia de su esposa, doña Inocencia Serrano, flanqueado por dos tapices de armas, elaborados durante el siglo XVII en Bruselas y Pastrana. Destaca también la obra de Santo Domingo en Soriano, pintada por Antonio de Pereda en torno a 1655.
El primer descansillo da acceso al ala de invierno, donde se encuentran el Recibimiento y la Capilla, y el Salón de Confianza, salón de recibir del piso de diario en que se ubican algunos de los objetos decorativos más llamativos de la casa. El término de confianza , en parámetros de protocolo decimonónico, hace alusión a los salones en los que se atendía a las visitas, ya fueran íntimas o de cumplido, los días de recibir sin la etiqueta y parafernalia propia de las recepciones de gala. Está comunicado con el Salón Comedor de diario y el Salón de Música, denominado en el antiguo inventario de la casa Cuarto del Mirador , por el cerramiento acristalado de su balcón, donde la marquesa de Villa-Huerta realizaba sus prácticas de piano.
La segunda planta
La segunda planta del palacio, denominada noble o Principal por su ubicación privilegiada en cuanto a altura y vistas, se utilizaba con motivo de las grandes reuniones sociales tan habituales en la aristocrática del XIX. Más suntuosa y artística, refleja en su distribución la mentalidad decimonónica en la que prima la apariencia frente a la comodidad.
En la Armería se exhiben más de cuatrocientas piezas entre panoplias, armas y armaduras, dispuestas al modo de las salas de armas medievales. La decoración neoárabe de los paramentos y los objetos reunidos en la Sala Árabe, procedentes de Japón, Filipinas, Marruecos y Nueva Zelanda, son consecuencia del gusto por lo exótico que provoca el Romanticismo europeo; mientras que el Salón Estufa termina convirtiéndose en un gabinete donde mostrar la colección de arqueología.
A continuación el Pasillo de Dibujos, antiguamente comunicado con la cocina del sótano a través de la escalera interior, permitía el acceso de los sirvientes para atender el comedor. Está decorado con obras de artistas italianos, franceses y españoles, entre las que destaca Coche barato y tapado de Goya.
El Comedor de Gala
Como antesalas del Comedor de Gala encontramos la Sala de las Columnitas y el Salón Vestuario, espacios de reunión para los caballeros, mientras que la Salita Imperio, era lugar de encuentro y confidencias de las damas. El Comedor de Gala, con una mesa en madera de caoba y nogal para veinticuatro comensales, acogió a políticos, literatos y personajes influyentes de la sociedad finisecular. En las paredes se contempla abundante pintura naturalista, bodegones y floreros de los siglos XVII al XIX, realizados por Juan Fernández el Labrador, Giuseppe Recco y Cristoforo Munari, entre otros. No faltan en el palacio lugares como el Salón Billar para la práctica del ejercicio favorito de los caballeros del siglo XIX, y el Salón Chaflán, con una sillería estilo Regencia dispuesta en grupos de conversación, vestido con pinturas murales de Soriano Fort y Juderías Caballero, dos jóvenes artistas bajo el mecenazgo del Marqués.
El despacho y la Biblioteca
El Despacho y la Biblioteca constituyen las estancias más estrechamente vinculadas a la figura del marqués de Cerralbo como hombre de ciencias y letras. En ellas se percibe su personalidad, marcada por una intensa actividad política y por su curiosidad científica e intelectual. La Biblioteca histórica alberga siete mil volúmenes de variadas materias como Numismática, Arqueología, Historia, Geografía, Literatura, Religión, Derecho y Política, así como monografías de viajes y manuscritos.
En las Galerías se hallan reunidas las obras pictóricas más importantes de toda la colección, retratos de antepasados, grandes cuadros de temática religiosa de El Greco, Zurbarán y Alonso Cano, junto a otros de formato más reducido como La vista de Portugalete de Luis Paret. Están decoradas con lámparas de cristal francés y veneciano, mobiliario y porcelanas de los siglos XVIII y XIX.
El salón de baile
Y por último el Salón de Baile, que cuenta con una tribuna para los músicos en el nivel superior. Para conseguir una óptima acústica los muros fueron revestidos con sedas, paneles de ágata y mármol, estucos y numerosos espejos venecianos donde se reflejan alegorías de la danza y la música pintadas por Juderías Caballero. Preside la sala, donde tantos bailes, fiestas y veladas literarias se realizaron, el monumental reloj misterioso francés , construido por el relojero Farcot y el fundidor Barbedienne.
Horario
- Martes a sábado de 9:30 a 15:00 horas.
- Jueves de 17:00 a 20:00 horas (apertura extraordinaria, excepto días festivos)
- Domingos y festivos de 10:00 a 15:00 horas.
- Cerrado todos los lunes del año, 1 y 6 de enero, 1 de mayo, 9 de noviembre y 24, 25 y 31 de diciembre.
- Aforo limitado a 60 personas por motivos de conservación.
Tarifas (año 2024)
Estas son las tarifas actuales de acceso al museo:
- Entrada general: 3 euros.
- Menores de 18 años, familias numerosas, estudiantes menores de 25 años, desempleados, personas con discapacidad y acompañante, jubilados o mayores de 65 años: Gratis.
- Entrada gratuita para todos los visitantes los jueves de 17 a 20 horas, excepto festivos, todos los domingos y los días 18 de abril (Día del Patrimonio Mundial), 18 de mayo (Día Internacional de los Museos), 12 de octubre (Fiesta Nacional de España) y 6 de diciembre (Día de la Constitución Española).
Mapa de situación
Más información del Museo Cerralbo
Toda la información de este artículo ha sido obtenida de la web oficial del Museo Cerralbo, que os recomendamos visitar si queréis obtener más información y conocer las exposiciones temporales que se realizan.